miércoles, 22 de junio de 2011

Cátedra libre para libre diálogo

La
La cátedra libre dialogo de saberes es un espacio creado con el fin de alimentar los procesos culturales de nuestro territorio, la cultura universitaria requiere de el esfuerzo como comunidad para reconstruir la identidad ancestral y su camino, cuyos pasos han sido borrados por la polvareda de occidente desde la invasión europea. Los saberes de las comunidades aborígenes de estas tierras, han sabido resistir resguardados en lo profundo de las selvas y en lo alto de las cordilleras, los guardianes del tesoro hoy regresan con la wipala en alto, oreando las cosmovisiones al calor del taita inti. Los pueblos originarios recorren de nuevo los caminos que no se olvidan por mucho polvo que hayan esparcido sobre ellos, Awas, Uitotos, Nazas, Mizaks, Ingas, Cofanes, Koguis, Yanaconas, Aimaras, Mapuches, Quechuas, Aztecas siguen la espiral del eterno movimiento y renacen en las narices de los que han decretado el fin de la historia como punto de llegada y de quietud eterno, occidente ha saqueado toda clase de riquezas pero las culturas y cosmovisiones aun siguen intactas, se han llevado lo secundario, lo que les sirve a su opulencia, al mundo del falso confort que han construido, lo primario, la espiritualidad de los pueblos fundamentada en la fuerza y el poder de la naturaleza, lo que desearon sepultar porque no le servía a sus intereses de detener la historia esta aun presente en los territorios del tawaintisuyu, hoy ante la crisis ambiental se  demuestra que este pensamiento  es el faro que alumbra la noche larga de la modernidad. La pervivencia de la cultura es patrimonio de los procesos de resistencia y lucha en la reorganización de los pueblos originarios, Manuel Quintín Lame es ejemplo de ello en los comienzos del siglo XX pues dejo un testimonio invaluable a través de su lucha y su obra El pensamiento del indio que se educo en las selvas colombianas, en su libro Quintín nos dice “ El gran desastre de los hombres, ha sido creer que la Madre Tierra, es solo una niñera, que tiene que soportarle todas sus  pataletas; solo la ven como una despensa, como un lugar de paso que no siente. Los ricos y los poderosos en el fondo no lo son: son destructores del universo. En realidad no son ricos ni poderosos, son ignorantes, salvajes y atrasados.” El hombre que se educo en la selva sabe que la riqueza está en la armonía del universo, en su fluir  sencillo y en la unión que tenemos con él a través del cordón umbilical que es la naturaleza en la que somos uno, unidad elemental con el todo en constante movimiento sin fin. 
Con la perspectiva de descolonizar nuestros territorios del saber impuesto y ejercer la autonomía universitaria de discutir los temas que no tienen cabida en los currículos y rescatar metodologías como la oralidad y la escucha se han propuesto temáticas como el rito: fuego y  palabra; la muerte; la risa; saberes panamazonicos y minga universitaria; para no quedarnos solo con el cientificismo occidental en nuestras aulas cuadriculadas y salir a campo abierto a escuchar los saberes asentados por miles y miles de años en las costas, las selvas y las cordilleras. En la Universidad Surcolombiana hemos comenzado el desarrollo de esta cátedra libre con el objetivo de traer a nuestro espacio el pensamiento ancestral y sus cosmovisiones, cimentadas en el buen vivir, la medicina tradicional, la seguridad y soberanía alimentaria, la identidad y ritualidad espiritual que permiten la comunicación con el universo. La resistencia de los pueblos originarios ha sido ejemplo de lucha a la colonización de nuestros territorios así como lo es el campesinado con la lucha agraria, ambos han sido masacrados por insistir en su resistencia pero a través de ella indios y mestizos  nos han señalado la ruta y hoy no podemos menos que hacer eco de lo valioso de sus procesos para tener otra posibilidad de vida que la que nos han impuesto durante 520 años. En la época de la globalización los pueblos se organizan para demostrar que la explotación minera, los tratados de libre comercio, las guerras impuestas, los mega proyectos,  no son opción de vida para nuestro cosmos del que hacemos parte, ni es el camino que deseamos seguir recorriendo los pueblos olvidados de las montañas, las selvas y  las ciudades, por eso promovemos la reflexión y el libre dialogo para hacer de nuestra historia una nueva civilización fundamentada en el vivir y el pensamiento ancestral que no pudo ser sepultado por los ignorantes, salvajes y atrasados; destructores del Universo que han visto en nuestro tawaintisuyu solo el símbolo de la riqueza material y no la espiritual o sí la han visto pero para intentar sepultarla y hacernos creer que no hay mas futuro sino el que nos han trazado.   




miércoles, 1 de junio de 2011

GRAN CIERRE DE LA CÁTEDRA LIBRE DE DIÁLOGO DE SABERES

FIESTAS DE LA VIDA!!!
REPRODUCCION Y FERTILIDAD

Porque la vida es una fiesta, celebremosla al son de la
                                 chica,
                                              el fuego
                                                             y la palabra.

Dia: viernes 3 de junio de 2011
a partir de las 6:30 pm
en la Wassi Tata Nina ( al lado del parqueadero de ingenieria de la Universidad Surcolombiana)

Llevar ofrendas para el fuego y la pahca mama y espiritu para el goce y la palabra.



Textos

folleto de fiesta de la vida

Folleto de fiesta de la vida
calendario andino

SOLSTICIO DE VERANO y NOCHE DE SAN JUAN


El 21 de junio se celebra en el hemisferio norte, el día más largo del año. Definitivamente no es un día como los demás, la naturaleza, el hombre y las estrellas se disponen a celebrar una fiesta, cargada de gran poder y magia. Hadas y deidades de la naturaleza andan sueltos por los campos; los agricultores dan gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus tareas y entregarse a la diversión. También es el momento justo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los mismos hombres; además se debe comenzar a almacenar alimentos para pasar el otoño y el invierno.
La celebración del solsticio de verano, es tan antigua como la misma humanidad. En un principio se creía que el sol no volvería a su esplendor total, pues después de esta fecha, los días era cada vez más cortos. Por esta razón, fogatas y ritos de fuego de toda clase se iniciaban en la víspera del pleno verano, o 20 de junio, para simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía.
En tiempos posteriores se encendían fogatas en las cimas de la montañas, a lo largo de los riachuelos, en la mitad de las calles y al frente de las casas. Se organizaban procesiones con antorchas y se echaban a rodar ruedas ardiendo colinas abajo y a través de los campos. ver  la continuacion del texto en http://www.actosdeamor.com/nochesanjuan.htm

EL INTI RAYMI INKAICO
LA VERDADERA HISTORIA DE LA GRAN FIESTA DEL SOL

Juan José Vega*, Luis Guzmán Palomino*  

Como en casi todos los pueblos antiguos, el Sol fue motivo de adoración entre los pueblos de los Andes, desde tiempos inmemoriales. El dios inkaico, Inti y su imagen, el Punchao, no fueron sino la postrera adoración helíaca de sucesivas culturas cordilleranas costeñas y selváticas. La imagen era, generalmente, un círculo de oro con la interpretación de sus imaginados rasgos, entre fieros y humanos, según los casos.
Del Sol inkaico hubo varias imágenes, como de todos los dioses del mundo. Todas fueron cogidas y fundidas por los conquistadores a partir de 1534. El mestizo mexicano Pedro Gutiérrez de Santa Clara, en su Historia de las Guerras Civiles, dijo que la
imagen del Sol hallada en el Cuzco, a mediados del siglo XVI, "era tan grande como una buena rodela y de canto y gordor de un dedo, como ciertos españoles
dijeron que lo vieron y tentaron", añadiendo que "estaba todo lleno, sin relieve ninguno" (Libro III,
cap. LI).

Contamos con otras descripciones posteriores, entre ellas las de Pedro Pizarro, Andrés de Vega y Bernabé Cobo. Todo induce a pensar que hubo dos formas de representarlo: en disco y en ídolo antropomórfico, si leemos con atención determinadas versiones de la etapa inicial de la dominación hispánica.
Pero la devoción por el Sol era antiquísima. Atraen por su impresionante belleza el gran medallón de cobre de Pucará, anterior a Tiahuanaco, los soles de esta última cultura y los de Huari, generalmente de rayos como serpientes amarus.
Tal vemos al dios Sol incluso en Lima (Supe), también en la ornamentación de los guerreros de Moche y de Recuay y en las diversas representaciones solares costeñas en cerámica y en textiles, cuyos rayos son mazorcas de maíz o frutos diversos de tierra y de mar.
El Sol de Paracas, sonriente, no resulta menos sugestivo. Y en las junglas destaca en los testimonios pétreos de la arqueología de Pajatén.
Fue en el Imperio de los lnkas donde el Sol alcanzó su mayor adoración: "No había pueblo principal donde no tuviese templo", precisaba Bernabé Cobo.
En tiempos posteriores no varió demasiado la imagen representada del Sol, como la del escudo del Cuzco, tal como lo asevera Manuel Chávez Ballón.
De cualquier forma, los sacerdotes de aquellos Intis -debió haber varias imágenes-habrían de acabar sucumbiendo heroicamente frente a España, con las armas en las manos, o quemados vivos tras ser cogidos prisioneros, como sucedió con el mismo Vila Oma, Sumo Sacerdote Solar del Cuzco.
Esa nobilísima historia se halla aún por escribirse. La resistencia de los sacerdotes del Sol precedió a la de otros sacerdotes de cultos nativos, cuyo correlato fue el tiempo de la "extirpación de idolatrías".
En la actualidad no es mucho lo que se conoce sobre los atributos del dios Sol, a pesar de su mención constante. Examinando los varios datos acumulados por algunos autores, creemos que no se debe soslayar lo que dijo el principal cronista del inkario, Pedro de Cieza de León, en 1551 y que confirmó el primer quechuista Diego Gonzáles Holguín, en su
Vocabulario de los finales del siglo XVI, anotando que "el Sol es Ticci Viracocha " (Tercera Parte, cap. 61). Ahora bien, quizá fue su imagen; en todo caso es un tema a debatir.
Pero al margen de estas disquisiciones, el Sol vive. Vive en el actual Inti Raymi del Cuzco. Flamea en las banderas de Argentina y de Uruguay, puesto allí en homenaje a los reyes Inkas. Y si no está en la del Perú es porque lo arrebató de aquel emblema nacional el Congreso de 1825, ya que antes ornamentó las cuatro primeras banderas del Perú republicano.
El Sol, divinidad universal de la humanidad en lejanos tiempos, vive así en el Perú y en América con más fuerza que en otras partes del mundo. Gracias a los Inkas. Y merced al Cuzco, para el cual cabe siempre un respetuoso homenaje.





 
El Inti Raymi, la fiesta grande del Sol, debió existir desde siempre entre los Inkas, incluso en los precedentes Estados andinos que tuvieron también cultos helíacos. Al establecerse en el valle cuzqueño, tras sojuzgar a las tribus oriundas, Manco Cápac estableció la fiesta a nivel oficial, celebrándola en el cerro sagrado de Huanacauri. Allí se verificaría también por vez postrera, en tiempo de Paullo Inka, cuando las guerras civiles entre pizarristas y almagristas.
Cuenta Garcilaso de la Vega que reinando Yahuar Huacca, el Inti Raymi era ya la principal festividad del estado cuzqueño, teniendo lugar una sola vez al año. Bajo el imperio de Pachacuti, transformador del mundo andino, el Inti Raymi fue reorganizado. Se dice que este Inka estableció cuatro grandes fiestas anuales: el Cápac Raymi, el Situay, el Aymoray y el Inti Raymi.
Refiere Sarmiento de Gamboa que Pachacuti, ya anciano y cuando correinaba con Túpac Yupanqui, celebró un fastuoso Inti Raymi, que coincidió con el retorno de su ejército al Cuzco, tras una triunfal campaña en el Chinchaysuyo: "y habidos muchos tesoros y prisioneros, tornóse con todo ello al Cuzco Túpac Inca Yupanqui, a donde fue bien
recibido de su padre con un costosísimo triunfo y aplauso de todos los orejones Cuzcos y por regocijar al pueblo mandó hacer las danzas y fíestas del Sol, cosa de mucho regocijo".

SUS MOTIVACIONES

Tres fueron las principales motivaciones que tuvo el Inti Raymi. La primera, el reconocimiento de gratitud a la deidad que, en la original concepción inkaica, permitía el orden de lo existente, la vida, fundamentalmente. Una segunda motivación fue la de honrar el recuerdo de los primeros reyes Inkas del Cuzco, aquellos que bajo la protección de la deidad helíaca, señorearon el valle y crearon allí el foco irradiador de su civilización. Y la tercera, indicada ya en la cita que copiamos a Sarmiento, fue la de "regocijar al pueblo". Aclaremos, sin embargo, que el pueblo asistía al Inti Raymi sólo en calidad de lejano espectador: el fastuoso espectáculo, precisamente, contribuía a mostrarle cuán distante se hallaba de la clase gobernante, de la que empero parecía recibir beneficios. Es posible, asimismo, que una suerte de fiestas locales, que se desarrollaban paralelamente en todos los pueblos del imperio, le dieran una característica popular, que fue la que perduró a la postre. Pequeños y numerosos Inti Raymi se celebrarían en toda la vastedad del floreciente reino de los Hijos del Sol.
Un Inti Raymi especial se realizaba allí donde el Inka se encontrase, ya fuese en medio de sus numerosas campañas, en sus frecuentes visitas a las diversas regiones del imperio, o en ciudades que eran de su predilección, como sucedió por muchos años con Huayna Cápac en Tumipampa (Cuenca), lugar donde naciera, cuando las guerras de Túpac Inca Yupanqui en dicha comarca. En esas ocasiones, a no dudarlo, la festividad sería de gran relieve, y hasta debió rivalizar en fastuosidad con la del mismo Cuzco.
Explicando las motivaciones del Inti Raymi, Garcilaso dejó escrito: "Hacían está fiesta al Sol en reconocimiento de tenerle y adorarle por sumo, solo y universal dios, que con su luz y virtud criaba y sustentaba todas las cosas de la Tierra. Y en reconocimiento de que era padre natural del primer Inka Manco Cápac y de la Coya Mama Ocllo Huaco y de sus hijos y descendientes, enviados a la tierra para el beneficio universal de las ,gentes. Por estas causas, como ellos dicen, era solemnísima esta fiesta".
Ahora bien, fueron varias las grandes fiestas celebradas en tiempo de los Incas, cuatro principales como ya hemos dicho; pero ninguna alcanzó las proporciones de fasto y solemnidad que se hicieron presentes en el Inti Raymi: "Este nombre Raymi suena tanto como pascua o fiesta solemne. Entre cuatro fiestas que solemnizaban los reyes Inkas en la ciudad del Cuzco, que fue otra Roma, la solemnísima era la que hacían al Sol por el mes de junio, que llamaban Inti Raymi, que quiere decir la pascua solemne del Sol".
El otro gran Raymi, palabra que debe traducirse no sólo como fiesta sino fundamentalmente como celebración, tenía lugar en el mes de diciembre, al decir de varios informantes . Y se hacía en honor al supremo dios Viracocha, Pachacámac o Pachayacháchic. Era la gran fiesta para el todopoderoso, por lo cual se le llamó Cápac Raymi o Hatun Raymi.
Es muy posible que esta fiesta, instituida tempranamente por Cápac Yupanqui, fuese anulada luego de su asesinato, obra al parecer del clero solar; y que ella resurgiese casi dos siglos después, con el Inca Guayna Cápac, quien llevó a la cúspide del olimpo inkaico al supremo dios omnipotente, rebajando el poder del clero solar.
Pedro Cieza de León describe en detalles esa festividad, señalando que "el Ticiviracocha era puesto en el lugar más eminente y el Inka y las principales hacían la mocha o reverencia; también ponían una
figura del Sol, la Luna y otros ídolos" Entonces, fueron celebraciones distintas, lo que no impide postular como hipótesis que ambas pudieron ser conjuntadas.
Decimos porque existen referencias de que en algún momento el Sol pasó a ser considerado como la imagen de Viracocha; y también a causa de la singularidad inkaica de iniciar el año el mes de junio occidental, dentro de los marcos de solsticios y equinoccios. Esta circunstancia condujo tal vez a errores involuntarios en la información citada por las crónicas, como explicaremos más adelante.
Sea como fuere, el Cápac Raymi o Hatun Raymi merece un detenido estudio por las implicancias que tuvo en las disputas por el poder. No está demás decir que para algunos autores el Cápac Raymi era la fiesta en honor del rey. Un dato curioso aparece en una comunicación de Polo de Ondegardo al licenciado Briviesca, sobre que se celebraba otro gran Raymi
" por primero de febrero". ver  la continuacion del texto en http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/antropologia/2003_N01/a05.htm